Desarrollo de las guerras de independencia

El proceso de consolidación de la sociedad criolla en Latinoamérica, como clase social que sustituye la aristocracia española por efecto de la interacción de los distintos componentes étnicos y culturales en la formación del panorama social latinoamericano, planteó un problema en el equilibrio entre el poder político detentado por la corona y sus funcionarios y el poder  económico obtenido por las oligarquías criollas ajenas a los intereses de las metrópolis y ansiosas de tomar las riendas de la administración de los recursos hasta ese entonces metropolitanos. Que derivo en una serie de conflictos armados los cuales tuvieron su preámbulo en 1806, cuando el militar criollo Francisco Miranda intentó invadir el territorio de la actual Venezuela. En ese mismo año, Inglaterra, que, como Estados Unidos, deseaba entrar en el mercado colonial de España, atacó Buenos Aires. Con la abdicación de Fernando VII en 1808 y su sustitución por José I Bonaparte, al igual que en la Península, los españoles americanos rechazaron el cambio y se organizaron en juntas locales con el pretexto de preservar la autoridad del monarca. Al poco tiempo, sin embargo, fueron destituidos muchos gobernantes peninsulares y aparecieron las primeras proclamas de libertad política y comercial. Aprovechando el vacío de poder de la metrópoli producido por la guerra contra los franceses, algunas juntas declararon la independencia, mientras se ponían en marcha diversas insurrecciones. Se producen  levantamientos armados contra los imperios hispano y lusitano en los diferentes virreinatos y capitanías. En la forma de guerras de liberación anticolonial, las oligarquías latinoamericanas llevaron a cabo las revoluciones burguesas del subcontinente y tras la fachada de un exacerbado patriotismo dieron rienda suelta a la necesidad de obtener la independencia política y administrativa de sus territorios. La lucha por la independencia pronto degeneró en guerra civil entre los partidarios de la secesión y los fieles a la metrópolis, o entre la burguesía nacionalista y los explotados mestizos e indios. Concluida la guerra hispano-francesa, el gobierno de Fernando VII respondió a los independentistas con el envío de un modesto ejército, que logró pacificar algunos territorios, pero que no consiguió evitar la independencia formal de Venezuela y de Argentina. A partir de 1810 tienen lugar las grandes campañas, en las que se enfrentaban los cuerpos expedicionarios españoles a los patriotas americanos.Tras años de lucha, las independencias fueron posibles hacia la segunda y tercera década del siglo en cuestión, a partir del cual surgen los estados nacionales latinoamericanos sobre los límites territoriales de los que fueran virreinatos y capitanías.

FASES DE LAS GUERRAS DE INDEPENDENCIA HISPANOAMERICANAS:


PRIMERA FASE: 1810-1816. Formación de Juntas Locales que proclaman la soberanía nacional y deponen a los virreyes: Envío de representantes a Cádiz. Denegación de la libertad de comercio.

 -Juntas Revolucionarias y Guerra de Emancipación. Primeras Declaraciones de Independencia (1810).

 -Virreinato de Nueva Granada : Simón Bolívar proclama la independencia de Venezuela (1811).



                                         Firma del Acta de independencia de Venezuela (1811).


-Virreinato del Río de la Plata:  José Francia proclama la independencia de Paraguay (1811) y  José de San Martín proclama la  independencia de Argentina.
                                                                        
                                 
              José Gaspar de Francia.                                                       José de San Martín
                                                                                                       
    
                                                                                             
-Virreinato de Nueva España: Revuelta campesina e indigenista contra latifundistas criollos dirigida por Hidalgo (Grito de Dolores) y Morelos (Proclamación de la Independencia en el Congreso de Anahuac), reprimida por la alianza de criollos y españoles. Hidalgo es ejecutado en 1811 y Morelos en 1815.



                                                         Congreso de Anahuac (1813).


SEGUNDA FASE: 1816-1818. Restauración del absolutismo, envío de tropas realistas y recuperación de los territorios sublevados, excepto el Río de la Plata. Extensión del deseo de independencia.

-Independencia de Chile (1818): San Martín atraviesa los Andes y derrota a los españoles en Chacabuco (1817). Bernardo O’Higgins se proclama primer presidente de Chile.

                                                                                       

 Batalla de Chacabuco (1817).



                                                         Acta de independencia de Chile.



TERCERA FASE: 1818-1825. Ante la falta de respuesta española, bajo el Trienio Liberal, continúan los levantamientos en dos focos primordiales: Argentina (José San Martín) y Venezuela (Simón Bolívar) : ambos convergen de forma simultánea sobre el centro de la resistencia española.


-Virreinato de Nueva Granada: Avance de Bolívar de Venezuela a Colombia. Batallas de Boyacá (1819) y Carabobo (1821).


                                                          Batalla de Carabobo (1821).


-Proclamación de la Gran Colombia (1819, Congreso de Angostura). En 1830 se divide en Colombia, Venezuela y Ecuador.

- Virreinato de Nueva España: Acta de Independencia del Imperio Mexicano.

- Virreinato de Perú y Bolivia: Perú mantiene su fidelidad a España. Unión de las fuerzas de San Martín desde el sur y Bolívar desde el Norte. En 1821 se proclama la independencia del Perú (entrada de San Martín en Lima). Y en 1824 se produce la Batalla de Ayacucho (Sucre) lo que comporta la  derrota definitiva del ejército colonial. En 1824 Sucre conquista el Alto Perú y Bolivia se proclama independiente en 1825.

                                      File:La Independencia del Perú.jpg

                                                Proclamación de la Independencia del Perú (1821).


BATALLAS DECISIVAS:

La batalla de Ayacucho: fue el último enfrentamiento armado que sostuvieron los ejércitos españoles y patriotas, en el largo camino hacia la independencia del Perú, que se inició con el desembarco de la Expedición Libertadora en la bahía de Paracas de la provincia de Pisco en el departamento de Ica (Perú) y las Conferencias de Miraflores en 1820, proclamada el 28 de julio de 1821 y luego de la batalla de Junín en 1824. La batalla se desarrolló en la Pampa de la Quinua en el departamento de Ayacucho, el 9 de diciembre de 1824; la victoria de los independentistas, selló la independencia del Perú y de América del Sur. La victoria patriota en la batalla de Junín, el 6 de agosto de 1824, ganada a golpe de sable y de lanza, sin emplear fusiles ni cañones, dio a las tropas independentistas enorme optimismo.


                                                           Batalla de Ayacucho (1824).


La batalla de Maipú: El 5 de abril de 1818, en el contexto de la guerra de independencia de Chile, San Martín y O'Higgins vencían a los realistas en la conocida batalla de Maipú.La Batalla de Maipú se libró en el sector conocido como los Cerrillos del Maipo, al poniente de Santiago de Chile, se enfrentaron las fuerzas patriotas del Ejército Unido (formado por tropas argentinas del Ejército de los Andes y chilenas del Ejército de Chile) al mando del capitán general José de San Martín, contra el Ejército Real de Chile bajo las órdenes del general Mariano Osorio.El general chileno Bernardo O'Higgins, convaleciente de una gran herida ,producto de la derrota aliada en Cancha Rayada, se presentó poco antes de terminado el último ataque contra los realistas y entusiasmados por la victoria San Martín y O'Higgins se abrazaron victoriosos en una escena que dio origen a un cuadro, el histórico abrazo conocido como “El abrazo de Maipú”.


                         
                                                            Batalla de Maipú (1818).


                                       


La batalla de Boyacá: fue la batalla decisiva que garantizaría el éxito de la Campaña Libertadora de Nueva Granada y una de las batallas más importantes de la guerra de independencia de América del Sur. La batalla tuvo lugar el día 7 de agosto de 1819 en el cruce del río Teatinos, en inmediaciones de la ciudad de Tunja.entre el ejército español dirigido por el coronel Barreiro; y el Ejército Libertador a las órdenes de Bolívar, dividido en dos contingentes, comandados por Francisco de Paula Santander y José Antonio Anzoátegui. La batalla fue la culminación de 77 días de la campaña iniciada desde Venezuela por Simón Bolívar para liberar el Virreinato de Nueva Granada.


                                                             Batalla de Boyacá (1819).




                CONSECUENCIAS DE LAS INDEPENDENCIAS HISPANOAMERICANAS:


- Pérdida del imperio colonial español ( excepto Cuba, Puerto Rico y Filipinas) y
  de su influencia internacional.

- Crisis económica, hundimiento del comercio exterior y pérdida de los recursos
  americanos y del monopolio del comercio.

- Fraccionamiento del territorio en nuevas Repúblicas independientes con protagonismo del ejército.

-Inestabilidad política, frecuentes conflictos civiles y formación de gobiernos dictatoriales.

-La oligarquía criolla pasa a controlar el poder político y económico.

-Grandes desigualdades sociales y agitación social.

-Dependencia económica de GB y EEUU.


La sociedad sufrió una gran transformación. Fruto de la independencia se proclamo la igualdad de todos los ciudadanos. Se abolieron las diferencias legales con base racial, pasando de una sociedad de castas a una sociedad de clases en la que el nuevo elemento diferenciador fue la riqueza. Este cambio legal no conllevó un cambio social real salvo la ocupación, por parte de los criollos, de los puestos del Estado. Ya que las antiguas élites sociales y económicas mantuvieron su posición social. Si bien, la tierra se convirtió en el elemento sustentador de las élites, desplazando a la oligarquía estrictamente urbana. La esclavitud fue una realidad que tendió a desaparecer cuyo proceso, en algunos países, se inicia con los procesos de independencia mientras que, en otros, tendrá que esperar hasta mediados de siglo para la aprobación de leyes abolicionistas. Los indios pasaron a convertirse en ciudadanos, pero sus propiedades comunales se vieron reducidas progresivamente por el avance de las haciendas, que fueron expulsando y proletarizando a este sector social que pasó de la protección estatal española, al abandono de los recientes estados en manos de los ricos terratenientes.

El elemento más significativo del proceso independentista fue el surgimiento de nuevas naciones dotadas de independencia política. Sin embargo sus sistemas políticos pronto se distanciaron del liberalismo y derivaron hacia el autoritarismo. Por un lado fruto del contexto de guerra que hacía necesaria la autoridad para concentrar los esfuerzos en la consecución de la victoria, pero también porque los nuevos estados nacían bajo la égida militar. Por otro lado las élites pronto tuvieron miedo a que el proceso independentista derivase en movimientos revolucionarios, por lo que apostaron por sistemas políticos autoritarios que protegiesen sus intereses. Este movimiento autoritario dará origen al caudillismo, que reproducía el modelo de las grandes haciendas, y que se hizo necesario en el proceso independentista, sostenido por el estamento militar y las élites políticas. Las guerras intestinas luego de la obtención de la independencia por la posesión de los recursos naturales y las áreas de influencia  entre los diferentes grupos de la oligarquía latinoamericana, subdividieron los territorios antes delimitados por el poder colonial en los nuevos estados nacionales, y las líneas fronterizas fueron marcadas a partir de la resistencia que ofrecía cada grupo oligárquico a su contrario. También los regionalismos exacerbados por la no sujeción de determinados territorios a las fronteras de los estados nacionales fueron el caldo de cultivo para la escisión de territorios de las fronteras coloniales originales y la formación de regiones poco menos que subordinadas a las estructuras de los estados nacionales recién fundados. El panorama histórico regional se violentó por los enfrentamientos de una clase social desentendida de los presupuestos estructurales de su funcionamiento y desarrollo. El Estado nacional latinoamericano no será el resultado de la formación histórica y posterior unificación de las diferentes regiones histórico-socioeconómicas afín a los intereses de una generalidad social y cultural, sino que se origina como consecuencia de las luchas de rapiña de una clase enajenada del quehacer histórico y cultural de los diferentes componentes de la nación. Aunque los elementos integradores de las nacionalidades latinoamericanas, como el idioma y la historia común, servirán como catalizadores al proceso unificador de las naciones, en el plano de la regionalidad persistirá la resistencia a la integración en tanto los estamentos del poder central del estado nación no reconozcan las individualidades regionales dentro de la generalidad nacional.

El Congreso de Panamá fue convocado en 1826 por el libertador venezolano Simón Bolívar, con el objeto de buscar la unión o confederación de los estados de América, sobre la base de los anteriores virreinatos hispanoamericanos, en un proyecto de unificación continental, como lo había ideado el precursor de la independencia hispanoamericana el general venezolano Francisco de Miranda. Pero no contó con el apoyo de todos los países Latinoamericanos, no logró su cometido, y el sueño bolivariano de la confederación de los nuevos estados americanos quedó inconcluso.



                                                          Congreso de Panamá  (1826).

El estado nacional latinoamericano en primer término adoleció de los elementos de la tradición histórica necesarios para su formulación como estructura globalizante de los diferentes componentes de la regionalidad, en segundo lugar, las clases que van a determinar las formas  jurídicas y las estructuras ejecutivas del estado nación latinoamericano reprodujeron estas del modelo europeo decimonónico sin tomar en consideración los contextos de actuación de la economía y la sociedad regional  latinoamericana, en tercer lugar, y como se ha expresado anteriormente, la relación interregional en América Latina era muy escasa, y los vínculos con las metrópolis europeas y luego norteamericana redujo el acontecer económico latinoamericano a las necesidades metropolitanas y no a las internas, desfavoreciendo aquellas regiones cuya producción tradicional no interesaba al mercado exterior.

Al concluir el siglo XIX, América Latina quedó dividida en 19 naciones y unos territorios incorporados, inmersos en un proceso de formación de nacionalidades que se caracterizará por la violencia que generará la política de los recién nacidos países, en torno a asuntos tales como la anarquía, los gobiernos dictatoriales y la definición de fronteras. Prácticamente todos los países latinoamericanos, menos Brasil, tendrán conflictos de esta naturaleza. La inexperiencia política de los criollos, junto con las luchas civiles y la ambición imperialista de otros países, propiciará la intervención continua de potencias extranjeras como los Estados Unidos o Inglaterra en América Latina a la vez que ésta se incorpora de forma progresiva y mediante el sistema capitalista en la economía mundial. 
                          

                                
                                                                                             
                                                                                         
                                

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